El triángulo heptagonal es semejante a su triángulo órtico, siendo el único triángulo obtusángulo que lo verifica (el único acutángulo es el equilátero). La razón de semejanza es ½. La semejanza entre ambos es el resultado de una reflexión en un eje de simetría del heptágono, seguida de una homotecia respecto del baricentro de razón -½.