Podemos usar inversión para solucionar problemas en los que debemos trazar una circunferencia tangente a otros tres elementos. Estos pueden ser puntos, rectas o circunferencias tomados en cualquier orden.[br][br]En los casos más sencillos (circunferencia que pasa por tres puntos, circunferencia tangente a tres rectas) no es necesario emplear inversión para solventarlos, y algunos otros se pueden resolver mediante ejes y centros radicales. Pero en otros casos, puede que la inversión sea el método más adecuado.[br][br]El método general consiste en los siguientes pasos:[br][list=1][*]Dados los datos, tomamos un centro de inversión en uno de ellos y una circunferencia de autoinversión (también llamada de puntos dobles).[/*][*]A partir de esos elementos, hallamos los inversos de los datos[/*][*]Trazamos las tangentes a esos elementos[/*][*] Hallamos las inversas a esas tangentes[/*][/list][br]Veámoslo aplicado a un problema.
[list=1][*]Sean la recta r y los puntos A y B, queremos dibujar una circunferencia tangente a r que pase por A y B.[br][/*][*]Elegimos B como centro de la inversión y trazamos una circunferencia de autoinversión cualquiera. Hemos elegido la que es tangente a r, ya que de ese modo el punto de tangencia P será doble. [/*][*]La circunferencia de diámetro BP es inversa de r.[/*][*]Hallamos A', inverso de A. Nos apoyamos para ello en D, punto de tangencia de la recta AD con la circunferencia de puntos dobles.[/*][*]Trazamos por A' la recta n, tangente a c en T'. Por supuesto, existe otra circunferencia tangente a c pasando por A', pero en este ejemplo la omitimos para ganar en claridad.[/*][*]La circunferencia e, que pasa por A, B y los puntos donde n es secante a la circunferencia de autoinversión, es la solución buscada.[/*][*]Nótese que T' es inverso de T, punto de tangencia de la solución con r, lo que nos proporciona otros posibles procedimientos para hallar la solución.[/*][/list]