El concursante debe elegir una puerta entre tres ( todas cerradas ) ; el premio consiste en llevarse lo que se encuentra detrás de la puerta elegida. Se sabe con certeza que tras una de ellas se oculta un automóvil, y tras las otras dos hay cabras.[br]Después que el concursante ha elegido una puerta y comunicado su elección a los presentes, el presentador, que sabe lo que hay detrás de cada puerta, abrirá una de las otras dos en la que haya una cabra. A continuación, le da la opción al concursante de cambiar, si lo desea, de puerta ( tiene dos opciones ). ¿Debe el concursante mantener su elección original o escoger la otra puerta? ¿Hay alguna diferencia? [br]Esa pregunta generó un intenso debate. Como la respuesta correcta parece contradecir la intuición, es una paradoja.[br]Cuando el presentador abre una puerta, ¿cambia la probabilidad de ganar del concursante? Intuitivamente uno responde que no y que la probabilidad de ganar sigue siendo 1 / 3 , pero ahora el concursante ya sabe que el automóvil no estaba detrás de la puerta que se abrió, por lo tanto, al quedar solamente dos puertas[br]cerradas, uno supone que la probabilidad de ganar es ahora de 1 / 2 , independientemente de mantener la opción de la puerta anteriormente elegida o cambiar la opción. ¿Será cierto?[br]El presentador no abre una puerta cualquiera, sino que abre una que tiene una cabra detrás, entonces la pregunta a responder es ¿cuánta libertad tiene el presentador de elegir la puerta que va a abrir? Si el concursante ha elegido la puerta que tiene un automóvil detrás, tiene dos opciones para elegir la puerta que abrirá, pero si ha elegido una puerta que tiene una cabra detrás, solamente le queda una opción, porque una de las dos que no son elegidas por el concursante tiene el automóvil detrás y esa no la debe abrir. Entonces, teniendo eso en cuenta, ¿qué le conviene más al concursante, mantenerse en la primera opción ( puerta elegida ) o cambiarla?