¿Y si pudiéramos utilizar un lenguaje simbólico para explicar todo?[br][br]Sin palabras, sin frases, sin textos... sólo con símbolos universales, sin idiomas diferentes: todo el universo hablando la misma lengua.[br][br]Ése es el sueño de los matemáticos. El lenguaje algebraico nos permite comunicarnos sin necesidad de palabras. Cada símbolo tiene su traducción, como un diccionario infinito en el que la gramática es sencilla y al alcance de todos.[br][br]Hay ecuaciones de todo tipo: sencillas, complejas, más bonitas, más feas, con solución, sin solución, con aplicaciones importantes, con menos utilidad... pero todas tienen algo en común, sirven para expresar un mensaje encriptado en ese lenguaje tan específico nuestro.[br][br]¿Y si las viéramos como un juego? ¿Como un código cifrado que hay que descifrar? ¿Como un acertijo que hay que adivinar? ¿Como una película que hay que ver hasta el final?[br][br]Ése el objetivo de este libro.