La animación permite variar el ángulo de inclinación y el coeficiente de fricción (se asume que el dinámico y el estático son iguales). Diferencia netamente los regímenes estático (en el que el bloque no resbala a pesar de la inclinación, pues está "sostenido" por la fricción estática) del régimen dinámico, en el que la fricción dinámica actúa disminuyendo la aceleración.