Se presenta al alumnado como "El problema más fácil del curso" pero contiene un pequeño secreto. Conseguir un polígono en el interior de un cuadrado cuya área sea la mitad se puede convertir en un reto tan difícil como queramos, entrar en problemas numéricos, geométricos, algebraicos o estocásticos tan complicados como queramos, pasar por el infinito, por los fractales. Y llegar más allá: comunicar matemáticas, realizar conexiones, resolver problemas, generalizar, investigar, probar, demostrar... En resumen hacer matemáticas como las hacen los matemáticos. Toda una aventura