Percibir, pensar y practicar. El objetivo es ayudar a que el alumno
solo pase a la práctica después de un proceso sensitivo y reflexivo que asegure, en cierta forma,
una mayor eficacia. Esta estrategia incide en dar a cada una de las tres fases (percibir, pensar y
practicar) suficiente tiempo y consciencia para que el resultado final sea más eficaz.